Mis raices... Al final, siempre volvemos a la tierra donde nos hemos criado. Disfruto cada instante en el campo, me trae recuerdos especiales, me carga las pilas y por encima de todo, compagino mi pasión con mi niño interior.
Pocos lugares, por no decir casi ninguno, tienen ese efecto en una persona. Orgulloso de mi tierra